LA ESCUCHA PROFUNDA
Oír es precioso para el que escucha. Proverbio egipcio.
Considero la #escucha una meta-habilidad, al igual que la #Presencia a la que, en mi opinión, va indisolublemente unida. Ambas son esenciales para que puedan producirse interacciones de calidad a nivel personal y, desde luego, a nivel profesional, siendo absolutamente imprescindibles en las funciones de #liderazgo, en la #gestióndeconflictos y en cualquier #relaciondeayuda.
Por eso es importante saber a qué nos referimos cuando hablamos de escucha «activa» o, como yo prefiero, #escuchaprofunda, que es preámbulo de cualquier #conexión.
Comencemos por una distinción básica: no es lo mismo oír, que escuchar: Oír es una capacidad biológica que tienen algunas organismos vivos, entre ellos los seres humanos. Por tanto, es un acto biológico, no voluntario que nos sucede. Sin embargo escuchar no es algo que me sucede, sino que requiere de una acto previo de voluntad. Requiere de nuestra #atención y de nuestra #intención. Por eso decimos que la escucha es activa.
Pero aún ubicados en este terreno de la escucha, hay muchos #niveles. Rafael Echeverría, articulador de la Ontología del Lenguaje, distingue una doble apertura de la escucha. Veámoslo:
- Una primera apertura a la comprensión de un otro, en la que distingue, a su vez cinco niveles de profundidad:
1.- Oír: preámbulo de la escucha
2.- Comprender cognitivamente: acceder al sentido del hablar de un otro
3.-Escuchar las inquietudes o motivaciones detrás del habla de un otro
4.- Escuchar la estructura de coherencia de ese otro que habla: su cuerpo, emoción y lenguaje; su «alma».
5.- Aprender a «escuchar el bien»: indagar sobre la intención positiva o de cuidado que hay en la base de toda acción/comunicación, por más torpe e inefectiva que sea. «El secreto de la escucha sublime es saber escuchar el bien». Moisés Cordovero.
- Una segunda apertura, en la que estamos abiertos a la transformación. La #escuchaprofunda requiere esta segunda cualidad de la escucha: escuchar a un «otro» abierto, abierta a la posibilidad de que ese otro me transforme.
Cada vez que entro en una conversación desde «posiciones tomadas», sin estar abierto a cambiar, estoy comprometiendo mi escucha.
La sinergia expresa la capacidad de transformación que me proporciona el hablar del otro y que, a su vez, mi propio hablar es capaz de activar en los demás. En esta alquimia reside gran parte del poder transformador de una adecuada gestión de conflictos.
Como gestora de conflictos y #coach sénior tengo siempre presente esta meta.habilidad; como #formadora, genero las condiciones para su profundización y práctica; como #madre, #esposa, #hermana, #amiga, #compañera… la aplico y, también, aprendo cada día de mis fallas.
Te dejo unas preguntas:
¿Cómo evalúas tu #competencia para escuchar a otros?.
¿Cuán #escuchada, #escuchado te sientes por los demás?.
Espero que este breve post nos anime a seguir practicando para aproximarnos más y más a la #excelencia en nuestra escucha
¡¡Nos va tanto en ello!!. ¿Me acompañas…?
Si quieres seguir leyendo sobre La Escucha, puedes leer La escucha generativa
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Inmaculada Gabaldón Gabaldón
Abogada. Mediadora. Formadora
Coach Ontológica y Generativa. Trainer y Coach PNL
Instructora y facilitadora de Prácticas Restaurativas.
Coordinadora de parentalidad
Directora de Espacio CONFLUERE
Una idea sobre “La escucha (I): la escucha profunda”